Café con vos


Me tomo un café con vos
En ésta tarde a solas


Me tomo un café con vos

Que huele a beso
A instante después


Me tomo un café con vos
Y el silencio huele a música

Te cuento de todos los dolores
Y es como que

De golpe
A golpe

Se apaciguan en tu boca


¡Qué raro
Y grato
El rato
De tenerte tanto!


Me tomo un café con vos
Y te cuento...

Que el sol no aprendió
A despuntar todavía
Y sin embargo

Sigue siendo tierno verlo

Le falta el sabor a café
De tus labios en los míos
Para aprender a andar brillando
Por ahí...


Me tomo un café con vos a solas
Ésta tarde

Para traerte a los lugares


Donde le haces tanta falta


A mi sangre

Aquí



Donde estás
Cuando me habitas el cuerpo

Por cualquier parte
Irreverente?

Donde
Cuando me cosquilleas en las entrañas?


Donde cuando se nubla la vista
Con el verde de tu mirada?


Donde
Cuando aclaras la oscuridad

Cuando te brindo a solas
En cualquier bar

Cuando te muestro como se avergüenza el sol
Y se va
A iluminar
Lugares que lo merezcan más
Tras los puentes de Jersey City


Donde


Cuando no me dejas solo





Ni un instante

Todo



Quisiera saber
Si existe algo en ésta pieza


En ésta casa





En éste mundo





Que no tenga tu aroma

La palabra no dice nada



No hay palabras que pesen
Más de lo que pesa ésta música

Es decir

Todo lo que me habita
Es sentimiento

Caen en ridículo
El Vaticano
Y Michael Jackson

Y las barbaries del mundo moderno


Soy un espacio habitado por los tigres
Y la sed
De tejerte milagros
Entre las piernas

Nueva Babilonia
(New York para los amigos)
Es un payaso
Que me mata de risa


Una pena profunda
Como todo payaso

(La mascarada de trapo)



Ver el mundo desde ésta nube
Es ver el vuelo de los pájaros
(Para quien tiene mis ojos)


Nada pesa más que tu palabra

Y las hazañas de los narcos
Son juegos de infantes
Entre mis manos

Éste no caber
Entre los huesos

Planta en el absurdo
Cualquier planteo metafísico
Cualquier teorema insoluble

(Si supiera el Rey de copa
Que ridícula queda su corona!!!...)


Desde éste cielo...
En ésta isla bendita

Las palabras no valen un carajo


Nada explican



Soy un brazo tendido
Hasta tu sangre

Es decir

Amándote...

Me resuelven tus labios
Tus caricias

O algún poema mudo
Como éste

Que cuenta con palabras
Como cuento

Y no dice mas que amarte
Es la respuesta

No hay palabra capaz de decir nada

Cuando el alma


Y el cuerpo




Es sólo urgencia

Dos



Dos cuerpos andan solos
Atravesando la noche

Se mueven entre máscaras
Y humo

Saben que aquí
Sólo mueren un instante


O a caso
Lo que muera sea el instante


Y los cuerpos
Enternecen
Entre roces quedos
Que provienen de otros lugares

De las regiones que solemos
Recorrer a párpados cerrados
Y que son

Como nuestro brazo izquierdo


Y los cuerpos
Bailan danzas de aproximaciones...
Hacia otros confines

Se iluminan...
Sin que nadie lo note

O ante la azorada mirada
De quien no puede
dejar de notarlo


Brilla tu cadera en la danza
Entre la última copa
Y mis ojos entornados


Y dos cuerpos se tocan

Se rozan en un reggae lento

Ascendiendo
En viaje iluminado

(Sonrisas...
Por la fiesta merecida)

Y los cuerpos se sudan
Se lloran en cada gota

Recorriéndose de memoria


Y cada movimiento

Una ofenda

Que anula las distancias



Y que se goza


Dos cuerpos andan juntos
Entre una multitud que se busca

A solas


Y sólo





Ellos lo notan

Un hilo atado a tu alma



Si para cumplir con éste amor

Es preciso tragarse las lágrimas


Si para vaciarme en tus ojos
Es necesario horadar las sombras
De las angustias



Será cuestión de aprender
A caminar entre plumas

De quebrar con los roces las distancias

De buscar el hilo que me ate a tu alma

Hasta en las noches de tormenta



No temo a las lágrimas



Temo





El no tener por quien derramarlas

Refugio


Éstas calles
Espantan la belleza


Por eso es bueno
Mirarlas desde arriba


Despegarse de sus baldosas sucias

De sus roses con mendigos
Y vendedores encubiertos


Ni los gatos guardan misterio
En éstas calles


Por eso es bueno
Mirarlas desde arriba

Desde los puentes


Es decir

Un cachito más cerca del cielo

Como apoyado en tus sienes

Como tocando tus silencios



Éstas calles
Espantan la belleza

Por eso es bueno
Tomar distancia de ellas





Y refugiarse en tus cabellos

Manía de poeta



Tal vez sea sólo una de mis manías

Pero sigo buscando entre palabras
Respuestas que nunca fueron pronunciadas

Tal vez

Nunca las encuentre

Y sólo provengan
De antiguos cajones
Que abren los ojos
Cuando se cierran

Palabras
Como alas de pájaros
Como el vientecito que deja detrás de ti
Tu cabello


Palabras que quedan cortas
Cuando intentan respuestas
Porque nacen de los rincones
Que estremecen las certezas

Cajones del alma

De los ojos

Donde late
Lo que cuenta

Tal vez sólo sea
Manía de poeta
Buscar palabras
Para intentar definir
La totalidad de tu mirada

El estrago que causa en mis manos

La felicidad
Que clava en mi sonrisa

Manía de llenar
Eso que
De por sí


Está tan repleto



Sigo buscando palabras


A todas las respuestas
Que nunca fueron dichas


Porque son más grandes

Mucho más grandes


Que cualquier palabra
De esas



Que pretenden traducirlas

Pertenecer



Pertenecerte
Sin importar el tiempo ni la distancia

Estar en vos
Y resolverse

Esas cosas que pasan
Una sola vez en la vida

Y a pocos...
A casi nadie


Pertenecer...

Sin importar si estás
O si te has ido


Pertenecerte

Y brilla el día

Y hasta esta absurda rutina
Cobra sentido


En sangre
En dedos
En sueños
Y en caprichos


Pertenecerte
Es estar vivo

Balance



No soy de los que hacen recuentos

Pero si me viera en la obligación de hacerlo

Tendría que admitir
Que dure mucho más de lo que he vivido





Y vivo




Sólo en tus brazos

Si



Cuando todo pierde peso y consistencia
Y la verdad se vuelve
Una figura difusa

Y los contornos que me atan
A estas circunstancias
Inevitablemente
Caen en tela de juicio




No hay más brújula que el corazón

Velar tu sueño






Así


A menos de un centímetro
De tus labios


Hacer circulitos en tu sien

Y perderme en el rojoblanco
De tus ojos



Velar tu sueño

Y comprender que mi aliento
Pende de tu respiración

Que el mundo se edifica entre esas...
Tus manos

Que duermen en mi pecho


Que en el silencio de tu cuerpo
Pegado al mío

Germinan todos los sonidos


Que en el calor de tu sudor y el mío
Se edifica un mundo


Que al fin




Tiene sentido