09 mayo 2005

Ahora



Ya paso todo lo que tenía que pasar con mi día, todo lo que me mantiene ocupado, sudado, en actividad constante, todo lo que hace que me diga: estoy lo suficientemente ocupado como para no poder darle la atención que merece. Pero ya todo eso paso, ya la casa está desnuda y yo descalzo, Patti Smith suena irreductible y melancólica y mis manos buscan tu costado. Ahora es cuando crece en mí, la hora de los tigres. Cuando necesitaría que estés allí, en el vértice de la sala, mirando tu mundo insondable; subir y encontrarme con tus labios y que me sanes y traerte de éste lado en un abrazo que pretende perpetuar el segundo y escuchar los vericuetos de tu vuelo y dejarte anidar en mi pecho.
Ahora es cuando necesito amarte con toda la sangre, ahora, que mi hora de los tigres no me permite estar en paz con nada, ni con nadie, ahora que busco tus ojos por todos los rincones, que la sed se agiganta y no hay Coca Cola, ni mate, ni tequila que la borre, que la sacie...

Ahora tatuaría en tu piel, el mapa mis deseos, ahora clavaría una estaca en el corazón de cada uno de tus demonios, para que te dejen en paz de una vez y por todas... ahora, subiría hasta tus ojos... o hasta el cielo...






Es lo mismo